En México cada dos horas y media ocurre un feminicidio, aun sin vida, las víctimas siguen siendo atacadas por la sociedad, las burlas en redes no paran, los comentarios machistas están a la orden del día y aun con todo esto las autoridades buscan bajar el índice desapareciendo el término en el Código Penal Federal (CPF).
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) reconoce a España como pionero para defender los derechos de las mujeres y las niñas, este país sumo esfuerzos para reconocer el feminicidio desde la década de 2000, mientras que, México comenzó a regularizar este delito hasta 2012, la estadística va en aumento año con año, sin que las estrategias del gobierno den resultados.
A pesar de que España sigue presentando cifras de feminicidios, la estadística muestra niveles muy bajos, el año pasado se reportaron 55 decesos por este delito (cifras oficiales); en México, solo en 2019 hubo 3 142 mujeres asesinadas, la administración obradorista ha fijado sus «esfuerzos» en combatir este delito a través de la eliminación de la corrupción de las autoridades, en espera de lograr mejores resultados en la procuración de justicia.
Ha pasado un año y meses desde que López Obrador asumió la presidencia de México, el disgusto en la población es muy notorio, hay quien está a favor y en contra del gobierno y aun con las cifras negativas que dejó 2019, la presidencia y la fiscalía balbucean al ser cuestionados acerca de las acciones que tomarán para erradicar los feminicidios en el país.
Aun cuando la labor para erradicar el feminicidio no es exclusiva de los entes gubernamentales, sí lo es garantizar políticas y acciones más contundentes para proteger la vida de las mujeres, nos encontramos ante un panorama incierto, donde el presidente cree que el tema se opacará hablando acerca de la no rifa del avión presidencial o en su caso, que se le aplaudirápor enunciar un decálogo que solo demuestra la falta de estrategia ante ésta contingencia.
Las Equilibristas 