Los comentarios me afectan

Mientras 9 de cada diez personas que sufren Trastornos de Conducta Alimentaria (TCA) son mujeres, el tema del peso sigue estando sobre la mesa como uno de los principales puntos de discusión, que si nos vemos delgadas, gordas, si subimos o bajamos, si se nos marcan los gorditos, si se nos marcan los huesos, de cualquier forma nuestro aspecto físico siempre es criticable.

Desde que nacemos pareciese que nuestro peso será una etiqueta descriptiva que dictará nuestro lugar en el planeta, dependiendo de la complexión de nuestras familiares los comentarios se harán válidos, unos más “amables” que otros, seremos previsualizadas por un cúmulo de expectativas sobre nuestro físico que muy seguramente vienen de las inseguridades de quien genera los comentarios.

Con el paso del tiempo, si estamos flacas los comentarios se enfocan en si comemos bien, si ya nos checamos, cuándo vamos a embarnecer, a ponernos apodos que muchas veces hieren el autoestima, comentarios donde realmente ni siquiera hay un interés real sobre nuestra salud, en los que por no alcanzar el “ideal” socialmente aceptable, también somos criticadas, comparadas y “halagadas” por nuestro aspecto físico.

Pero si somos gordas, la incomodidad resplandece en todos los lugares, no solo en la escuela, la casa, la calle, los sitios que visitamos, el transporte, sino también de forma virtual, redes sociales, sitios web, publicidad, todo nos lleva a pensar en que realmente tenemos un cuerpo con bastantes problemas, un cuerpo años luz del ideal.

A parte de lidiar con la propagación del “cuerpo ideal” en redes sociales e Internet, tenemos que enfrentarnos con el aberrante discurso de hacer ejercicio, mantener una dieta saludable, cuidar lo que comemos, no excedernos, pero, sin profundizar en nuestras problemáticas, porque el positivismo debe imperar, no importa a costa de qué.

Si no tenemos el “cuerpo ideal” nuestros logros y avances se verán minimizados, podremos lograr todo, pero el señalamiento siempre estará presente, ya que alcanzar nuestras metas no superará el hecho de que nuestro cuerpo no haya tenido los cambios esperados como en otros ámbitos de nuestra vida.

Podríamos pensar que los comentarios sobre nuestro cuerpo pararán en algún momento de nuestra vida, pero no, al parecer es un mal que nos persigue y no para, porque aun cuando pongamos un alto para no hablar acerca de nuestro cuerpo, los comentarios ante nuestra ausencia no se harán esperar.

¿Puedo hacer comentarios acerca de otros cuerpos? 

Recuerda, la respuesta siempre será NO.

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